Como
mi amigo Palinuro, yo también creo en la teoría de la acción comunicativa de
Habermas y sostengo que la democracia es un régimen en el cual las decisiones colectivas se adoptan tras
deliberación y debates donde se supone que los participantes dicen la
verdad. También creo a pies juntilla en la doctrina liberal de que
la verdad prevalecerá sobre el error siempre que se puedan constrastar libremente, como dice
Milton en la
Areopagítica. Pero ambas teorías se mueven en el terreno del
"deber ser".
Pero por desgracia, cuando nos movemos en el terreno de
"lo qu es" observamos que el debate político, la deliberación, está
infectada por mentiras que llegan a prevalecer sobre las verdades. Hay incluso quien sostiene que la mentira es imprescindible, pues si estuviéramos condenados a decir la verdad volveríamos al estado de naturaleza de la guerra de todos contra todos.
Bien, partiendo de la base de que
las mentiras son omnipresentes en la vida política, vale la pena pararse a analizar sus distintas modalidades, pues no es lo mismo una
"bola", que un
"bulo" o que una
"trola".
Por ejemplo, a la señora
De Cospedal le gustan
bolas, mentiras redondas, que se mueven sin necesidad de pruebas (escuchas ilegales por parte del Gobierno, espionaje a los del PP, etc.). Los
bulos, en cambio, son la modalidad de mentira preferida por
Camps y sus secuaces, auténticos especialistas en calentar imaginaciones, sin conocer las fuentes ni su grado de verosimilitud (por ejemplo, el agua del Ebro que se pierde en el mar debería llevarse a Torrevieja).
Y sin embargo, los políticos ibenses del PP prefieren una modalidad de mentira más local, más burda, no tan elaborada. Ellos prefieren acudir directamente a la
"trola" (la aplicación del término a la política se debe a
Nicolás Martínez, al que desde aquí le deseo suerte en los próximos comicios). La
trola es una mentira disparatada y que aguanta muy poca vida. La
trola sirve para salir del paso en una campaña electoral,
toreando los temas donde el político sabe que ha fracasado o donde hay que darle esperanzas al votante aunque al terminar el recueno de votos
"si te he visto no me acuerdo".
El
afán de poder, la
ambición y la
soberbia, han cegado a Mayte Parra y a muchos de sus compañeros de Corporación, llegando a creerse de verdad que por el hecho de dominar una emisora de radio o televisión (o incluso un periódico), su delirio puede llegar a convertirse en realidad. Por ello hemos puesto en marcha este singular
Bus, que recorrerá el casco urbano (espero que sin averías), trazando distintas
rutas por los puntos más relevantes de la trolopedia ibense, deteniéndose allí donde la
trola lo justifique, completando el
mapa de la mentira política municipal desde 2007 hasta 2011.
Sirva pues este blog como forma de
estimular la perspicacia de los ibenses, como revulsivo de una
memoria que debe recuperar las falsas promesas, como
recopilación de cosas que se anunciaron y nunca fueron, como un listado de verdaderas ...
"TROLAS".
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