Uno de los grandes parques ibenses, icono del desarrollismo impulsado por el PP, se llevó a cabo mediante un contrato irregular (que según la Sindicatura de Cuentas vulneraba la Ley de Contratos del Sector Público).
Su financiación, igualmente irregular, se consiguió gracias a un convenio urbanístico mediante el cual la constructora adelantaba el coste, que recuperaría en el futuro ahorrándose el importe de licencias de obra. El problema es que se puso una fecha límite (2013) y todo apunta a que el Ayuntamiento de Ibi deberá pagar a la empresa más de TRES MILLONES de euros.
Un problema añadido es que esta importante deuda (el 15 % del presupuesto anual del Ayuntamiento) no fue contabilizada como tal, lo que obligó al Interventor Municipal a dejar constancia en una nota de la Memoria de la Cuenta General de 2008 y 2009, donde explica cómo se financió este parque y lo que puede pasar cuando la empresa nos pida el dinero.
Una vez más, la Sindicatura de Cuentas en su Informe hace mención a esta irregularidad afirmando textualmente que se trata de "hechos o circunstancias que afectan de forma significativa a la adecuación de los estados y documentos contables fiscalizados a los principios y normativa contable y presupuestaria de aplicación".