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martes, 19 de abril de 2011

El Teatro Río

Ya dije hace tiempo que aquí había gato encerrado.

Posteriormente, en sucesivas entradas fui contando la historía de la rehabilitación del Teatro Río: en la primera parte narraba desde la compra del inmueble (año 2000) hasta la colocación de la primera piedra (2003); en la segunda parte hablaba de los distintos convenios firmados con el Ministerio de Fomento para obtener subvenciones (2004), la megatrola preelectoral (2007) y la penalización por el retraso en la finalización de la obra; y en la tercera parte traté del parón de las obras (2008) y el maná en forma de Plan E (2009).

Interesa destacar que en su día el PSOE llevó este asunto a la Fiscalía, aunque se archivó la denuncia, calificada como "ridícula" por Mayte Parra. No obstante, el PSOE siempre ha insistido en denunciar irregularidades en el proceso administrativo de esta obra.


Lo cierto y verdad es que, durante años, se ha estado inviertiendo grandes cantidades de dinero en esta obra faraónica, sin que hubiésemos podido averiguar realmente qué se ha hecho desde 2007 y qué faltaba por hacer. Una vez más, gracias a que EUPV lo propuso, el Informe de la Sindicatura de Cuentas nos arroja algo de luz sobre el asunto ... ¡más sorpresas!
  • El primer contrato se firmó el 11 de septiembre de 2003, por importe de 3.793.103 euros, IVA incluido, con un plazo de ejecución de 14 meses, pero transcurrido ese plazo se constata que el 12 de enero de 2005 las obras siguen ejecutándose sin que se haya decretado la concesión de una prórroga y sin que consten en el expediente las razones de la demora y su imputación a efectos de penalidades.
  • La licitación de la obra de equipamiento, por 2.317.386 euros, se tramitó por concurso urgente de forma absolutamente irregular. Además, "la contratación de la dirección facultativa y el control de seguridad y salud deberían haberse licitado de forma independiente por el propio Ayuntamiento para garantizar el adecuado control y seguimiento de las obras".
  • Finalmente, en cuanto a la dirección facultativa incluida en el contrato de equipamiento, de acuerdo con la cláusula 5.2 del pliego de cláusulas administrativas, "el contratista debería haber facturado al Ayuntamiento la dirección de obra de las certificaciones de equipamiento emitidas en 2007 y 2008, y la Corporación debería haber retenido dicho importe del pago de las certificaciones, circunstancia ésta que no se ha producido, si bien, según nos comunica la Corporación, está siendo subsanada".
Y por si faltaba algo en esta truculenta historia, poco antes de su inauguración saltó a la luz el escándalo del precio de las butacas. Hemos pagado, una vez más, un injustificable sobrecoste por unas butacas que podían salir más baratas y, al mismo tiempo, beneficiar a la industria local.